Un error común es creer que porque llega el invierno, el sol ya no es un peligro para la piel. Aunque es verdad que en la estación disminuye la potencia de los rayos UV, las medidas de protección no deben abandonarse. Los efectos negativos siguen presentes, e incluso algunos aumentan por las condiciones del clima en esta temporada. Aquí te ofrecemos 7 tips valiosos para que el astro rey no te perjudique.
1. Bloqueador solar hidratante
Todo el año, mientras tengamos que salir al exterior, se recomienda el uso de un buen bloqueador solar o crema con FPS. En invierno no se hace una excepción. En esta temporada lo ideal es que el protector también sea hidratante, pues el frío suele secar la piel. Sino usas un bloqueador específico, opta por usar maquillaje con FPS en las horas diurnas.
2. Hidratación intensiva
Como dijimos, el frío, aire seco y el sol del invierno nos juegan una mala pasada. Por ello se aconseja usar un extra de cremas hidratantes, tanto en el día como en la noche. Si la piel está tirante y reseca es más factible que los rayos UV hagan estragos en ella. Si además se sufre de condiciones patológicas como dermatitis o psoriasis, se debe emplear un emoliente medicado.
3. Limpieza suave
Los jabones, espuma y geles limpiadores agresivos debilitan especialmente la piel durante la estación fría. Incluso, pueden causar descamaciones e irritaciones que se potenciarán con el clima y el sol. Lo mejor será usar jabones neutros o dermatológicamente testados. Para el rostro son ideales las lociones oleosas o en crema para una limpieza suave.
4. Labios protegidos
La piel de los labios es una de las que se ve más afectada por la acción del sol y el frío. Suelen resquebrajarse, partirse y hasta sufrir lesiones infecciosas. Para evitarlo es preciso usar labiales con protección solar. Igualmente, untarse manteca de cacao o vaselina antes de irse a dormir son remedios caseros para mantener hidratada y sana la boca.
5. Lentes de sol
Salir durante el día en invierno no es un buen momento para olvidarse de las gafas de sol. Aunque la luz no sea muy brillante, la nieve refleja aún más que la arena la radiación solar. Esto perjudica la vista y el contorno de los ojos, que es la piel más sensible del rostro. El uso de lentes oscuros con filtro UV evitará que el área resulte dañada.
6. Buen abrigo
Aunque resulte obvio y necesario, es importante usar ropa de invierno adecuada. Prendas de abrigo como los gorros, los guantes y las bufandas mantendrán tu temperatura corporal óptima y además te expondrás menos al sol. Quienes padecen enfermedades que le sensibilizan al frío deben tener especial atención con el vestuario.
7. Duchas con agua tibia
Los baños muy largos o continuos con agua a temperaturas muy altas o bajas deshidratan la piel. Es por ello que en invierno lo mejor será usar agua tibia y darse duchas cortas. Igualmente, hay que evitar los cambios drásticos de temperatura al pasar del exterior al interior. Cuando ocurre, suelen aparecer las “arañas vasculares”, porque los capilares de la cara se dilatan.