En la antigüedad, las mujeres jugaban un papel diferente tanto en la sociedad como en la vida cotidiana. No eran simplemente esposas, amantes y madres, tenían una profunda conexión con las fuerzas de la naturaleza, la vida y la muerte. Ese vínculo, a menudo misterioso, era reconocido y reverenciado por todos, encontrando un reflejo en poderosas deidades femeninas. Esas diosas representaban a la Divinidad en forma femenina en las culturas de todo el mundo. Tenían diferentes nombres, rasgos y poderes, pero todas ellas eran un ejemplo de mujeres sorprendentes y fuertes de las que todos podríamos aprender. Estas son 7 diosas antiguas que son todo sobre el poder femenino.
Bast (Antiguo Egipto)
Dama de los gatos de día y felina de noche, Bast era una de las diosas más veneradas del Antiguo Egipto. Se la asociaba principalmente con la fertilidad, los secretos femeninos, la salud de las mujeres y, por supuesto, los gatos. Pero no era sólo una protectora del hogar, ya que poseía los poderes omniscientes del Ojo de Ra. También se le rezaba cuando se creaban ungüentos y pociones curativas, ya que era conocida por luchar contra las plagas y enfermedades. Como la Dama del Terror, tenía un lado implacable, una guerrera de cabeza felina que protegía a los necesitados.
Ishtar (Antigua Babilonia)
Ishtar, también conocida como Inanna, es una de las primeras diosas mencionadas en las escrituras. Siendo a la vez la diosa de la guerra y del amor, esta diosa de la antigua Mesopotamia influyó en las imágenes de las deidades que vinieron después (como la hermosa Afrodita de la mitología griega). Es la hija del dios de la Luna, Sin, y la hermana del dios del Sol, Utu. La propia Ishtar está asociada con el planeta Venus, por eso tiene una hermosa apariencia y está conectada con el amor y los deseos sensuales. También es una diosa del trueno y la tormenta, a menudo representada junto a un león, cuyo terrible rugido puede compararse con el sonido de una tormenta. Según algunos mitos, fue al inframundo a rescatar a su marido, Tammuz, otros creen que fue allí a rescatar a su hermana.
Afrodita (Antigua Grecia)
Probablemente has escuchado hablar de Afrodita, la diosa griega del amor, el placer, la belleza y la fertilidad. Acompañada a menudo por Eros, el dios del amor, Afrodita no sólo era hermosa, sino que era poderosa y podía otorgar tanto bendiciones como maldiciones a la gente que la adoraba. Tuvo una aventura amorosa con el dios Ares, jugó su papel en la Guerra de Troya, castigó a Hipólito por ignorar el amor y la belleza, y respondió a las plegarias de Pigmalión, que se enamoró de la hermosa estatua que creó y pidió a la diosa que la trajera a la vida. ¡Definitivamente era una dama ocupada!
Parvati (India)
Parvati es la esposa de Shiva, quien es parte de la Trimurti que crea, preserva y destruye todo el Universo cuando llega el momento. Es una esposa ejemplar, Madre del Universo llena de cuidados para todos y cada uno de los seres vivos, así como madre de los dioses Ganesh y Kartikeya. Pero no se dejen engañar por su naturaleza piadosa y amorosa, porque cuando las malas acciones o los demonios alteran el equilibrio del mundo, ella se convierte en una deidad combativa y temible que puede destruir a la más poderosa de las bestias. Una de sus formas más poderosas es Kali, la diosa de piel oscura que representa el poder bruto de la Naturaleza y tamas, uno de los tres elementos principales a partir de los cuales se creó toda la Existencia. Parvati es también la encarnación de Adi Shakti, la Gran Diosa y la energía suprema de la que todo nació.
Némesis (Antigua Grecia)
Némesis es la diosa griega de la justicia y la retribución. Ella revisa todas las acciones de los hombres y los dioses, castigando a los que hicieron mal o adquirieron una fortuna que no les pertenecía. Ella es la fuerza de la justicia cósmica, a menudo llamada “ineludible” o Adrasteia. Ella fue la que castigó a Narciso por su arrogancia y le hizo mirar al pozo, donde vio su reflejo y se enamoró de él. El afecto era tan fuerte que no podía apartar su vista y murió así, convirtiéndose en la flor de Narciso. A menudo aparece con una espada en la mano y escamas.
Jiva (Eslavo)
Antes del avance del cristianismo, las antiguas culturas eslavas tenían sus propios dioses y diosas que estaban estrechamente conectados a las fuerzas de la naturaleza, la vida y la muerte. Jiva era una hermosa diosa juvenil que representaba la vida misma. Se le llamaba La Dadora de Vida y se creía que conectaba el Alma con un cuerpo humano cuando nacía un bebé, convirtiéndola así en la diosa del nacimiento y también de la fertilidad. Las jóvenes y las mujeres la adoraban a principios del verano, ofreciéndole guirnaldas de flores, leche, miel y granos, pidiéndole amor, un buen matrimonio y felicidad.
Pachamama (Antiguos Incas)
Pachamama es la diosa de los pueblos andinos que aún hoy es venerada. Los antiguos incas la adoraban como la diosa de la fertilidad y de toda la vida en general. Del quechua, el nombre Pachamama puede traducirse como “Madre Tierra”, lo que significa que abarca la vida en toda su complejidad. Su naturaleza divina se basa en la feminidad y la generosidad, lo que significa que está estrechamente relacionada con los cultivos y la fertilidad de las mujeres. Todavía se hacen ofrendas a Pachamama en el Perú moderno para agradecer la comida e invitar a la abundancia a la vida.