Cuando llega el otoño, el clima nos hace desear platillos calientes, suntuosos y reconfortantes, pero también llegamos a preocuparnos por los cambios que pueden ocurrir en nuestro peso. Cuando eso pasa, lo primero que tendemos a tratar de minimizar, o incluso eliminar, de nuestra dieta son las grasas. ¡Error! Nuestros cuerpos necesitan grasa, sobre todo en climas fríos, porque nos ayuda a asimilar las vitaminas y a mantenernos calientes. Acá te presentamos los seis mejores alimentos con un buen contenido de grasas que puedes incluir en tu alimentación durante el otoño para garantizar que tu cuerpo funcione como debe ser. Combínalos con vegetales, verduras y tubérculos para obtener todos los nutrientes.
1. Huevos
Comenzamos la lista con un clásico: huevos. Son versátiles, nutritivos y están disponibles todo el año. Tanto la clara como la yema tienen proteína, pero la yema es la que contiene ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, ácido oleico, ácido linoleico y omega 3, que son beneficiosos para la salud.
2. Aguacate
Si tienes la suerte de vivir en un lugar donde puedas conseguir aguacate todo el año, aprovéchalo. Aparte de ser rico en potasio (incluso más que el plátano) y vitaminas esenciales, contiene ácido oleico, el cual ayuda a aumentar el colesterol bueno y a reducir el malo. ¿Te suena el ácido oleico? Es probable, pues este componente también se encuentra en el maravilloso aceite de oliva.
3. Ghee
Se ha puesto de moda en los últimos años gracias a influencers de las redes sociales, pero el ghee, o mantequilla clarificada, ha sido usado desde hace cientos de años en Asia, y es un elemento básico de la Ayurveda. Es, simplemente, mantequilla de leche que se purifica a fuego bajo para eliminar las grasas saturadas, triglicéridos y toxinas. Esto produce una grasa sólida llena de vitaminas A, E y K2. Actualmente se consigue en la mayoría de las tiendas, pero también es muy fácil de hacer con mantequilla normal. En internet puedes encontrar muchos tutoriales.
4. Pescados grasos
Trucha, atún, caballa, salmón, sardina, anchoa, arenque… No importa cuáles de estos consigas en tu ciudad, todos son una buena opción para incluir pescados grasos en tu dieta durante el otoño. Estos pescados son ricos en hierro, zinc y vitaminas A, B, D y E, y tienen un alto contenido de omega 3 y ácidos grasos, así que si sufres de colesterol alto, estos pueden ayudarte a ser más saludable. Quizás esto te anime a incluir una buena pieza de salmón en tu próxima barbacoa.
5. Nueces y semillas
Bien sea enteras o en cremas, las nueces y semillas son altas en grasas saludables que benefician al corazón, y contienen fitoesteroles, arginina, vitaminas, minerales y antioxidantes. Cacahuate, nueces, piñones, almendras, chía, linaza, sésamo, pistachos, semillas de calabaza, semillas de cáñamo (hemp)… hay mucha variedad. Sin embargo, ten cuidado: la mayoría son altas en calorías, por lo que debes consumirlas con moderación. Y si eliges cremas o mantequillas de nueces, revisa que sean hechas a base de 100% la nuez en cuestión, sin azúcares, grasas o aditivos añadidos.
6. Aceites saludables
No, el aceite vegetal, de maíz o de soya que quizás tienes en tu despensa no es un aceite saludable, a pesar de lo que te quieran hacer creer con los corazones en sus etiquetas y la publicidad engañosa. El aceite de oliva virgen o extra virgen es lo mejor que puedes incluir en tu dieta, siempre y cuando no lo uses para cocinar a alta temperatura. Igual pasa con el aceite de linaza, rico en omega 3, pero que es mejor usarlo en frío. Si necesitas cocinar algo a una temperatura alta, opta por el aceite de aguacate, que además es rico en grasas monoinsaturadas.
