“Que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento”, decía el padre de la medicina, Hipócrates, hace más de dos milenios, y parece que tenía mucha razón. Sin embargo, el consumismo y el estilo de vida de nuestra época han generado una desconexión entre nuestra dieta y la conciencia de que cada cosa que nos llevamos a la boca influye no solo en nuestra salud, sino también en nuestro estado de ánimo.
Además, la comida que ingerimos también afecta a la agudeza mental, la concentración y la memoria, y en general, a nuestras funciones cerebrales.
Cómo detectar cómo nos afectan los alimentos
La manera más sencilla de comprobar cómo afectan a nuestro ánimo los alimentos es llevando un registro de cada cosa que comemos y cómo nos sentimos después. Si somos observadores, encontraremos esta relación fácilmente.
También es importante tener en cuenta que muchos medicamentos tienen un efecto en nuestro cerebro, y por lo tanto, en nuestro humor.
Es un hecho que esta relación entre los alimentos y nuestro estado anímico existe, y eso se debe a los neurotransmisores y otras sustancias que se generan en nuestro organismo después de consumirlos.
Las hormonas de la felicidad
Los neurotransmisores y hormonas se crean y/o sintetizan a partir de los alimentos. La serotonina, la dopamina, las endorfinas y la oxitocina (conocida también como “la hormona de la felicidad”) son algunos de los principales responsables de nuestros estados de ánimo.
La serotonina no solo regula el apetito, la digestión y el sueño, sino también el estado de ánimo. Diversos estudios arrojan que las personas con bajos niveles de serotonina presentan cuadros de depresión.
La dopamina, por su parte, además de participar en funciones cerebrales como el aprendizaje, la concentración y la memoria, interviene en la motivación, la relajación y la sensación general de tranquilidad.
Las endorfinas son hormonas que reducen el dolor, fortalecen el sistema inmune y generan bienestar emocional.
La oxitocina participa en las contracciones musculares, la memoria y el aprendizaje, e interviene en sentimientos como la confianza, la generosidad, la compasión y la empatía, así como en la creación de vínculos y en la regulación del miedo y del estrés.
Alimentos que te ponen de buen humor
Así, los alimentos que favorecen tu estado de ánimo son los que estimulan la producción de dichas sustancias.
Para aumentar la serotonina es recomendable ingerir alimentos ricos en triptófano, precursor de dicho neurotransmisor. Algunos de los alimentos que no pueden faltar son los huevos, pavo y pollo, pescados grasos como el salmón, nueces y semillas de girasol y chía, lácteos, plátano, aguacate y cereales integrales.
Para estimular la dopamina, debes incluir en tu dieta manzana, té verde, chocolate negro y frutos rojos. Por otro lado, las endorfinas se incrementan con el consumo de alimentos picantes como los chiles y pimientos, el chocolate negro y especias como el jengibre. También aparecen al practicar ejercicio con regularidad.
La oxitocina también aumenta consumiendo chocolate oscuro y condimentos como hierbabuena, perejil y romero.
Alimentos que te ponen de mal humor
Por otro lado, existen ciertos alimentos y sustancias que tienen el efecto contrario en nuestro estado de ánimo, entre ellos los endulzantes artificiales, los azúcares refinados y las grasas transgénicas.
El café y todas las bebidas energizantes que contienen cafeína también afectan negativamente nuestro humor, ya que este estimulante incrementa la producción de cortisol y adrenalina, sustancias que son antagonistas de la serotonina.
Según señala el gerontólogo Juan Hitzg, el cortisol elevado genera emociones negativas como ira y resentimiento, tristeza y depresión.
Los conservadores y aditivos, además de que suelen causar malestares como dolor de cabeza y retención de líquidos, provocan irritabilidad.
Por otra parte, las comidas muy procesadas y altas en grasas trans, azúcares y sodio contribuyen a la inflamación celular, lo que se relaciona con la depresión.
Además de todo lo anterior, los alimentos altos en azúcar causan deterioro cerebral y depresión debido a la acción de los lipopolisacáridos y las citocinas. Asimismo, provocan agotamiento en neurotransmisores importantes, como la serotonina y la dopamina.
En conclusión, si deseas tener un buen estado de ánimo, es importante que evites todo lo que puedas las comidas procesadas, los azúcares simples, las grasas transgénicas, los aceites refinados y el exceso de cafeína, sodio y azúcar.
Los alimentos saludables y naturales no solo harán maravillas por tu humor, sino también por tu bienestar.