¿Estás pensando en ponerte a dieta otra vez? Entonces evita muchas de esas tendencias que prometen resultados instantáneos por medio de métodos novedosos. Si suena demasiado fácil, lo más probable es que sea la forma incorrecta de perder peso. La mayoría de las dietas de solución rápida son dañinas y provocan problemas de salud a corto, medio y largo plazo. Además, lo más probable es que acabes recuperando el peso perdido. ¡Evita cometer este error tan común!
Te presentamos seis dietas peligrosas en las que no deberías confiar:
1. Calorías negativas
Resulta que el apio, la lechuga, las verduras de hojas verdes y otras frutas y verduras bajas en calorías se llaman alimentos con “calorías negativas”, y algunos han extendido la falacia de que te ayudarán a perder peso con solo comerlos. El cuerpo realmente quema calorías si solo comes estos alimentos, pero el cuerpo también quema calorías mientras duermes, y todas estas calorías perdidas pueden reflejarse en tu energía y salud. Come verduras y frutas porque son saludables para ti, no porque sean alimentos de “calorías negativas”. Si eliges platos que contienen fibra, nutrientes y que son bajos en azúcar (y que además tienen el plus de ser integrales), esas cualidades serán excelentes para tu salud y para reducir peso al mismo tiempo.
2. Ayuno intermitente
El ayuno intermitente se ha convertido en una tendencia casi espiritual. Se ha afirmado que practicarlo es saludable para nuestro cerebro e incluso la clave para prevenir enfermedades y el envejecimiento. Implica no comer durante días, o un período de horas todos los días, como ayunar hasta el mediodía todos los días. Para empezar, es dudoso comer cuando no se tiene hambre (o al revés). Esta dieta puede provocar niveles bajos de azúcar en sangre, problemas metabólicos, depresión, cambios de humor… y puede ser peligroso trabajar o conducir sin haber comido.
3. Aceite de coco
Lo que pasa con el aceite de coco y la pérdida de peso es que realmente es una buena forma de grasa, pero usarlo como ayuda para la dieta no tiene ningún sentido. Aconsejan tomar unas seis cucharadas al día para bajar de peso. Esto podría mejorar tu energía, estado de ánimo e incluso tu apetito, pero el consejo dietético que afirma que el aceite de coco quema grasa no debe considerarse como una varita mágica, porque no es así.
4. Alimentos crudos
Los alimentos crudos son saludables y algunos de ellos son especialmente adecuados para su consumo diario, pero el hecho de que estén crudos no significa que conduzcan a la pérdida de peso. Si vas a comer alimentos crudos, hazlo de manera inteligente, como parte de tu dieta y no convirtiéndolo en la base de ésta.
5. Evitar grasas
Existen dietas que dicen que las grasas de cualquier tipo deben evitarse. Sin ninguna duda, esto confunde a muchas personas. Aunque existen grasas menos saludables y que son difíciles de digerir, como los aceites refinados o las grasas de los alimentos procesados, cualquier grasa cruda en su estado natural puede aportar beneficios nutricionales. No es bueno pasarse, pero una dieta que carece de grasas en realidad puede conducir a un metabolismo bajo, así que esta dieta es igual de absurda, como las anteriores.
6. Dieta del pomelo
Esta dieta consiste en beber zumo de pomelo o comer medio pomelo antes de cada comida. Se trata de un “plan” nutricional extremadamente bajo en calorías, y aunque los pomelos son nutritivos, por sí solos no son el arma secreta para perder peso. Si quieres comer sano para perder peso, no dudes en incluirlos en tu régimen, pero no creas que comer pomelos con tus comidas puede hacerte perder peso. No es bueno ingerir menos de 1200 calorías al día, y la dieta del pomelo exige que no se superen las 800 diarias. Tu metabolismo podría empeorar y así será aún más difícil perder peso, por no hablar del déficit nutricional que probablemente sufrirás.