En el maquillaje, al igual que en la moda, tendencias van y vienen con el pasar de los años, pero hay una que nunca se ha ido y que representa la máxima de la femineidad: los labios rojos. Bien sea que vayas a una tarde de té con tus amigas, a una discoteca en la noche, a una reunión importante en tu oficina o a un evento formal, pintar tu boca de este color te hará resaltar. Sin embargo, muchas personas le tienen miedo al tono porque, si no se aplica bien, puede resultar en un desastre. Para que eso no te pase, sigue estos 6 pasos que te ayudarán a lograr esos labios rojos perfectos de revista.
1. Exfolia e hidrata
Dado que el rojo es un color con un alto pigmento, si no preparas bien tus labios lo que hará será resaltar cualquier imperfección. Si tus labios están agrietados, comienza con una exfoliación suave para retirar cualquier pellejito o piel muerta. Algunas personas usan para esto un cepillo de dientes, pero recuerda que debe ser de cerdas muy suaves. No obstante, lo ideal sería que usaras un producto cosmético especializado para este fin. Después, hidrata tus labios con un buen bálsamo. No te preocupes por la capa cremosa, porque ahora viene el siguiente paso.
2. La base de todo
Toma un pañuelo de papel, dóblalo, colócalo entre tus labios y aprieta. Esto eliminará el exceso de bálsamo, pero sin afectar la hidratación. Este paso es importante, porque es necesario que la piel de los labios esté bien lisa e hidratada para que el labial dure más y no se corra fácilmente. Ahora, es momento de aplicar un poco de base ligera, primer o corrector para ayudar a sellar cualquier grieta en los labios. También puedes aplicar base en polvo, pero debe ser una con una textura muy suelta y usando, preferiblemente, una brocha.
3. El tono ideal
Cuando alguien dice que el labial rojo no le queda bien, es porque no ha encontrado su tono ideal. Es necesario que pruebes varios hasta conseguir uno que armonice con tu tono de piel. En Internet puedes encontrar simuladores en los que subes una fotografía de tu rostro y pruebas varios colores. También, en líneas generales, puedes orientarte con esta guía:
Piel clara: Los matices fríos de base azul, como el rojo burdeos o tonos de frutos rojos, son excelentes en las pieles muy blancas. Los rojos con base coral también son una buena opción.
Piel media: A este tipo de piel le quedan mejor los tonos más oscuros con matices de base azul o rosa. Si quieres algo más cálido, opta por rojos con matices naranja y dorado.
Piel oscura: Si bien le quedan casi todos los tonos de rojo, las mejores opciones son los que tienen púrpura, marrón chocolate, vino o ladrillo.
4. Aplicación experta
Es momento de aplicar el labial. Pero antes, un consejo si eres principiante: prefiere los labiales en barra sólida a los líquidos, porque aunque estos últimos duran más y se ven más brillantes, son más difíciles de aplicar correctamente. En cuanto a si es mate o brillante, ya dependerá del look que busques. Ahora, vamos con la aplicación. Usa siempre una brocha o pincel para labios en vez de aplicar directamente la pintura. Trabaja del centro hacia los extremos, tratando de cubrir lo más que puedas. No te preocupes si no queda 100% perfecto, porque todavía queda trabajo por hacer. Aplica una primera capa, retira el exceso presionando los labios contra una toalla de papel, pon una segunda capa y repite el proceso del papel. Esto ayudará a fijar el color.
5. No olvides el lápiz delineador
Seguramente pensaste que primero tenías que aplicar el delineador, pero no. En realidad, los maquilladores profesionales lo usan después de aplicar el labial para corregir líneas irregulares o espacios vacíos, y así crear un aspecto uniforme y que la forma de tus labios quede perfecta. Recuerda que el tono del delineador debe ser igual o muy parecido al del labial. Si usas un tono más claro, corres el riesgo de que tus labios se vean más delgados (a menos que esa sea tu intención), y si el tono es más oscuro, parecerá que intentaste hacer un estilo degradado que no es fácil de lograr si no tienes experiencia.
6. Los toques finales
Con una brocha angular y un poco de corrector, limpia y perfila los bordes de tus labios. Así evitarás que se corra fácilmente y lograrás un acabado perfecto. Después, aplica un poco de polvo compacto traslúcido sobre tus labios, con cuidado, y aprieta los labios contra otro pañuelo de papel. Este último proceso ayudará a absorber cualquier exceso de aceite en los labios y ayudará a que el maquillaje te dure más. Y no olvides que el color rojo atraerá toda la atención a tu boca, así que antes de salir revisa lo más importante: ¡que no tengas pintalabios en los dientes!