Planchar posiblemente sea la tarea del hogar más impopular, aunque una minoría diga que les resulta relajante. El caso es que invertimos mucho tiempo y esfuerzo en esta tarea, pero eso se va a acabar con el truco que hoy os contamos.
Ya está aquí el verano y planchar se puede convertir en una pesadilla si no tienes un aire acondicionado a tu disposición. Por eso, todos los trucos y consejos para reducir el tiempo que pasamos ante la plancha son realmente bienvenidos.
Los consejos de toda una experta.
En la cuenta de la influencer @laordenatriz hemos podido ver un truco para la plancha que se ha convertido en un fenómeno viral tanto por lo práctico como por lo sencillo que resultará a miles de personas llevarlo a cabo.
Y es que no necesitamos más que unos pocos ingredientes que todos tenemos en casa para ahorrarnos un valioso tiempo y mucho esfuerzo a la hora de dejar nuestra ropa impecable.
Lo que se necesita.
La base de este truco es medio litro de agua fría y una cucharada sopera de Maizena, algo que suele estar presente en casi todos los hogares españoles por su versatilidad en la cocina. Primero se mezclan los dos ingredientes y, a continuación, se calientan sin que lleguen a hervir.
Para aplicar la mezcla se necesita utilizar un pulverizador, pero es muy importante utilizarla en dosis muy pequeñas hasta que te estés acostumbrado a utilizar el producto, ya que, si aplicas demasiada cantidad, la ropa te puede quedar muy apelmazada.
Una vez hecha, la mezcla dura varias semanas, tan solo tienes que agitarla bien antes de utilizarla y parecerá como recién elaborada.
¿Para qué tipo de ropa sirve?
Este truco se puede aplicar en todo tipo de prendas y tejidos, pero es especialmente útil en aquellas que necesitamos que queden con más cuerpo, como camisas, pantalones de vestir o vestidos.
Lo esencial es pulverizar unas gotas de la mezcla sobre la prenda justo antes de plancharla. Verás como la plancha se desliza con mucha más suavidad, además de que el efecto durará más tiempo.
También es muy importante sacar la ropa de la lavadora en cuanto termine el ciclo de lavado, con ésto estaremos evitando que las prendas salgan aún más arrugadas. Y es que todo esfuerzo es poco si nos podemos evitar un buen rato de plancha, sobre todo en los meses más calurosos del año.
Otros consejos para reducir el uso de la plancha.
Gracias a este truco a base de agua y Maizena no solo podemos ahorrar tiempo y esfuerzo, sino que también podremos ver la reducción del consumo eléctrico, algo de vital importancia en los tiempos que corren.
Como ya hemos comentado, es importante sacar la ropa de la lavadora lo antes posible y estirar la ropa para evitar que se arrugue más. También hay que ser muy cuidadosos a la hora de tender, procurando siempre colocar la ropa bien extendida y con cuidado a la hora de colocar las pinzas. Intenta ponerlas siempre en las zonas de las costuras para evitar que dejen marcas.
También es importante recoger la ropa lo antes posible una vez se haya secado ya que, cuanto más tiempo pase tendida, más se apelmazará. Sobre todo, si le da el sol o hace mucho calor. Respecto a las camisas y camisetas, otra opción que evita tener que plancharlas es colocarlas directamente en perchas al salir de la lavadora.
Hay gente que coloca las perchas en el baño para aprovechar el vapor que se genera con la ducha para eliminar las arrugas, otra opción muy buena, pero más apropiada de los meses fríos, que es cuando normalmente nos duchamos con agua más caliente.
Haz caso siempre a las etiquetas.
Las etiquetas que llevan las prendas nos dan información muy valiosa sobre los tejidos y la manera de plancharlos y conservarlos. Por ejemplo, si estamos ante prendas delicadas, se recomienda plancharlas del revés para evitar daños y brillos sobre los bordados o adhesivos, si la prenda los lleva.
Adaptar la plancha a la temperatura recomendada en la etiqueta hará que el planchado sea más eficaz, además de proteger el tejido durante más tiempo. Y recuerda siempre lo útil que es el vapor. Si tu plancha no cuenta con esa opción, siempre puedes pulverizar la tela con agua, ya que la humedad convierte el gesto de planchar en algo infinitamente más fácil.
