Si bien la historia de Letizia Ortiz puede perfectamente compararse con un cuento de hadas (plebeya conoce a príncipe, se casan, viven felices y comen perdices), lo cierto es que el camino de la realeza no ha sido fácil para ella. Aunque se muestra firme de la mano de su esposo, el rey Felipe, y de sus dos hijas, las princesas Leonor y Sofía; la reina consorte de España se ha enfrentado a situaciones bastante duras que quizás expliquen el porqué de algunas de sus decisiones más controvertidas y debatidas por los medios. Aquí te contamos siete de sus momentos más duros.
1.Su primer matrimonio fracasó
Cuando estudiaba bachillerato en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid, Letizia conoció al profesor de Literatura Alonso Guerrero Pérez. Aunque no se sabe mucho de esta parte de su historia, se dice que ambos comenzaron una relación cuando ella tenía apenas 16 años mientras que él tenía 24. Este noviazgo duró un buen tiempo y se casaron en 1998, cuando ella iba a cumplir 26 años. Sin embargo, el matrimonio no le sentó bien a esta pareja que según los rumores ya constaba de diez largos años de relación. Empezaron las discusiones constantes y Letizia comenzó a enfocarse más en su carrera como periodista. Apenas un año después, en 1999, se divorciaron.
2.Tuvo que renunciar a su carrera
Un año después de su divorcio, la Asociación de la Prensa de Madrid le otorgó a Letizia el Premio Lara por ser la periodista menor de 30 años más destacada. Y es que su faceta profesional fue impecable; pues trabajó para EFE, Bloomberg TV, CNN+ y Televisión Española (TVE). Pero en 2002, durante el transcurso de una cena, Letizia conoció al entonces príncipe de Asturias (Felipe) y su vida dio un vuelco. La relación se mantuvo en secreto por un tiempo, pero en 2003 sorprendieron al público anunciando su compromiso. Entonces, Letizia tuvo que tomar una de las decisiones más difíciles de su vida: renunciar a su exitosa carrera, porque sería incompatible con su nuevo papel como miembro de la realeza.
3.Su entrada a la realeza no fue fácil
Por su condición de plebeya y divorciada, no todo el mundo vio con buenos ojos la relación de Letizia con Felipe, por ello la periodista se encontró con una fuerte resistencia tanto del público más tradicionalista como de su nueva familia política. Tras casarse el 22 de mayo de 2004, Letizia pasó momentos difíciles para acostumbrarse al protocolo real y a la atención de los medios al mismo tiempo. También tuvo fuertes desacuerdos con sus suegros, el rey Juan Carlos y la reina Sofía, quienes al parecer esperaban que ella fuera una persona más “maleable”. Con sus cuñadas, las infantas Elena y Cristina, tampoco se llevaba bien. De hecho, no fue sino hasta 2007 (tres años después de la boda) cuando la casa real le otorgó y asignó las funciones oficiales como princesa de Asturias.
4.Una princesa fría y calculadora
Dado que al principio la criticaban por no seguir al pie de la letra el protocolo, poco a poco Letizia fue perfeccionando su comportamiento. De aquella periodista afable y cercana al público pasó a ser una mujer recta, estricta y amante de las reglas, algo que se nota tanto en su actitud como en su vestimenta, que ahora es impecable. Sin embargo, este cambio trajo consigo críticas que aseveran que la ahora reina es una persona fría y calculadora, obsesionada con la perfección y la privacidad de su familia (basta recordar su desencuentro con doña Sofía en la misa de Pascua de 2018 cuando ésta quiso tomarse una foto con sus nietas). Si bien en los últimos años su actitud se ha suavizado, para muchos sigue siendo demasiado estoica.
5.Su hermana se quitó la vida
En 2007, cuando estaba embarazada de seis meses de su segunda hija (la princesa Sofía) Letizia vivió lo inimaginable: su hermana menor (Érika, de 31 años), murió de un paro cardiorrespiratorio causado por una sobredosis de pastillas. Este fue un duro golpe para ella, pues estaban muy unidas. Aun así, se dice que Letizia ha llegado a culparse de su muerte, pues cree que toda la atención mediática hacia su familia sumó peso a la depresión que Érika vivía en ese momento. Pues por aquel entonces se había separado de su esposo, Antonio Vigo, con quien tenía una hija. Las imágenes de Letizia en el funeral son desgarradoras, pues en varias oportunidades Felipe incluso tuvo que sostenerla. Para algunos expertos en la realeza, la ahora reina todavía no ha superado esta pérdida.
6.Ataques plasmados en libros
Letizia y yo es un libro publicado en 2023 por un periodista llamado Jaime Peñafiel en el que entrevista a Jaime del Burgo, un hombre que estuvo casado con la otra hermana de Letizia, Telma, de 2012 a 2014, y que afirmó que también mantuvo una relación con la reina tanto antes de que ella conociera a Felipe, como durante su matrimonio.
En 2024, Peñafiel publicó otro libro, Los silencios de Letizia, en el que volvió a entrevistar a del Burgo. Éste declaró para Peñafiel: “Letizia incluso había pensado en dejar a su esposo y huir con él”. Dado que ninguna de las dos publicaciones ha aportado pruebas de tales afirmaciones, una parte importante del público considera que se trata de una campaña de desprestigio orquestada por ambos hombres. Aun así, fuentes cercanas a Letizia afirman que ha sido un golpe duro para ella tener que escuchar esas acusaciones.
7.Dar la cara en momentos difíciles
En 2004, apenas dos meses antes de su boda con Felipe, Letizia tuvo que afrontar su primer funeral de estado, el oficiado para las víctimas de los atentados del 11 de marzo, un ataque terrorista a cuatro trenes de Madrid en el que murieron 192 personas. Letizia no pudo contener las lágrimas, como sí lo hicieron otros miembros de la realeza.
Donde también se la vio bastante afectada fue en el funeral de las 79 víctimas del accidente ferroviario de Angrois en Santiago de Compostela, en 2013. Más recientemente, Letizia y Felipe tuvieron que enfrentar la furia de los vecinos de Paiporta, en Valencia, tras el paso de la DANA que dejó más de 200 muertos.
Cuando llegaron acompañados del presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez y del presidente regional valenciano, Carlos Mazón, fueron recibidos a base de gritos llamándolos “asesinos”, insultos varios y hasta bolas de barro lanzadas contra ellos. Esta fue sin duda una situación durísima para la reina Letizia, siempre comprometida con las causas del pueblo español.