Con su melena rubia, su impactante cuerpo, su baile sensual y su potente voz, Marta Sánchez cautivó al público cuando se lanzó como solista en los años 90, convirtiéndose en unos de los sex symbols más reconocidos de España. Varias décadas después, la madrileña sigue teniendo una carrera exitosa a nivel internacional y un físico envidiable, pero esto último, según ha dicho ella misma, no ha sido del todo positivo. Aunque se esfuerza por mantenerse en su mejor forma, recuerda que “el tiempo no perdona”. Esto es lo que ha dicho sobre cómo lleva el proceso de envejecer.
La trayectoria de Marta
Marta ganó reconocimiento público cuando formó parte del grupo de pop español Olé Olé, al que entró en 1985 con apenas 19 años. Pero en 1993 decidió lanzarse como solista con el disco Mujer, del que se desprende el sencillo “Desesperada”, el cual no tardó en ser un éxito internacional gracias a su pegajoso ritmo dance. Esto fue apenas el comienzo de una carrera que no ha parado de cosechar triunfos: discos en español y en inglés, una canción para los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996 (llamada “Sueños de gloria”), varios temas que contaron con la colaboración del icónico guitarrista estadounidense Slash, un dúo inolvidable con Andrea Bocelli en el tema “Vivo por ella”, el exitosísimo tema “Colgando en tus manos” con Carlos Baute, y pare de contar. Todavía en 2023 andaba de gira por varios países.
Una imagen inolvidable
Algo que la cantante de “Arena y sol” nunca ha negado es que su físico fue uno gran propulsor de su carrera. Su imagen y su forma de bailar hicieron que la compararan con Madonna y que la consideraran un símbolo sexual de la época. “Mi físico fue tan potente al principio que escondía un poco mis dotes artísticas”, dijo en una entrevista. Si bien con su trayectoria Marta ha demostrado tener una de las mejores voces del espectáculo, explicó que al principio, cuando era más joven, no tenía totalmente dominada su técnica vocal, así que aceptó que su atractivo físico compensara su inexperiencia. Esto no vino exento de problemas: en 2012 tuvo que demandar a la revista Interviú por publicar un desnudo de ella sin su consentimiento. Afortunadamente ganó el juicio y recibió una compensación de 300.500 euros.
Cuidándose, siempre
Cuando en mayo de 2024 la artista publicó en sus redes sociales una fotografía en traje de baño que dejaba ver su tonificado cuerpo a su edad, los medios no tardaron en preguntarle cómo hacía para mantenerse en forma. Marta ha explicado que durante casi toda su carrera ha seguido un régimen de entrenamiento que incluye al menos dos días de ejercicios de fuerza a la semana para complementar las rutinas cardiovasculares, las cuales le permiten seguir moviéndose por el escenario como cuando tenía 20. Asegura que cuida mucho su alimentación porque “tiendo a engordar fácilmente si no me cuido, y me pongo de mala leche cuando engordo”, pero no se niega a disfrutar de comidas menos “dietéticas” de vez en cuando. Sin embargo, dice no ser amiga de la comida chatarra. “Me gusta comer y tomarme un buen champán, pero me gusta estar en mi talla y en mi peso”, expresó hace varios años en una entrevista.
La presión ya hace mella
La cantante de “Sigo intentando” ha dicho recientemente que ya siente que llevar el título de sex symbol se ha transformado más en una presión que en una bendición. “Mi físico me ha quitado la tranquilidad de no poder envejecer tranquilamente… Cuando eres un icono, un símbolo sexual, y van pasando los años, tienes la obligación de seguir estando aparente, guapa, fresca, y es imposible”. Por eso, ahora que ha llegado a cierta edad, dice que la exigencia de la eterna juventud ya no le quita tanto el sueño. “La belleza ya tiene que estar en otras cosas… Lo que importa realmente es lo que queda cuando la fachada se desvanece”. Aunque sigue llevando un estilo de vida saludable y activo, Marta quiere recordarles a sus seguidoras que el mundo del espectáculo a veces pide estándares inalcanzables y que hay otras cosas, como la paz mental y la madurez, que son igual de importantes.