En una era en la que cada cierto tiempo un alimento se pone de moda en las redes sociales por sus presuntas propiedades para la salud, es de extrañar que este en específico no se haya hecho viral ya. Se trata del chile picante, llamado también pimiento, ají, guindilla o peperoncino, dependiendo del país. Existen casi 50.000 variedades pero todas tienen algo en común: la capsaicina, ese componente que les da su picor pero que también las convierte en un “superalimento”. Estos son los beneficios muchas veces desconocidos de este ingrediente que seguramente ya tienes en tu cocina.
Puede reducir el riesgo de cáncer
Según estudios de la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer, tanto la capsaicina como los antioxidantes del chile tienen propiedades antiinflamatorias que ayudan a combatir las células malignas que causan algunos tipos de cáncer; como el de próstata, de mama, de páncreas y la leucemia. Un informe publicado en la revista científica Anticancer Research señala que este compuesto actúa de varias formas, desde prevenir el crecimiento y la supervivencia de las células cancerosas hasta poner en acción genes supresores de tumores.
Mejora el metabolismo
La capsaicina también activa en nuestro cuerpo el llamado “canal receptor potencial vanilloide 1 transitorio” (TRPV1), cuya principal función es combatir la inflamación. Sin embargo, este proceso también estimula las células de grasa parda, lo que aumenta la tasa metabólica. Esto, combinado con el efecto térmico del componente (ese “calor” que sientes cuando lo comes), hace que tu metabolismo se acelere, lo que pudiera ayudarte a perder peso. Además, se ha demostrado que las comidas picantes provocan saciedad más rápido.
Ayuda a la salud intestinal y digestiva
Si bien es cierto que hay personas que por diferentes razones no toleran el picante, las investigaciones señalan que, muy contrariamente a la creencia popular, la capsaicina puede ayudar a estimular los jugos gástricos a la vez que regula el PH del ácido estomacal, lo que más bien ayuda a prevenir y tratar las úlceras en el estómago. Además, como el compuesto tiene efectos beneficiosos sobre el microbioma intestinal, ayuda a aliviar y prevenir trastornos digestivos como: malestar, gases, diarrea y espasmos.
Apoyar a las funciones cognitivas
Los chiles, en casi todas sus variantes, tienen un alto contenido de hierro, lo que ayuda a mejorar el flujo sanguíneo y la producción de hemoglobina en el cerebro. Un informe publicado en Molecules señala que la capsaicina es eficaz para retardar el deterioro y la neurodegeneración, procesos que ocurren con la enfermedad de Alzheimer y el Parkinson. Esto, a su vez, ayuda a mejorar el rendimiento cognitivo. Por otro lado, algunos medicamentos a base de capsaicina han demostrado ser eficaces para aliviar el dolor de cabeza y la migraña.
Mejora la salud cardiovascular
La activación del canal TRPV1 por la capsaicina también activa un mecanismo que protege el sistema cardiovascular y ayuda a regular la presión arterial, según un estudio publicado en Nutrients. Por otra parte, los chiles son una fuente excelente de potasio, un mineral que ayuda a relajar los vasos sanguíneos para mejorar la circulación. También contienen riboflavina y niacina, que ayudan a mantener niveles saludables de colesterol y prevenir el daño de los radicales libres.
Reduce el riesgo de diabetes tipo 2
Según las investigaciones, agregar chile a tus recetas ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina. Esto ocurre no solo gracias a que la capsaicina mejora el metabolismo de azúcares y carbohidratos, lo que ya se trató anteriormente, sino también porque este alimento tiene un alto contenido de vitamina C, carotenoides y antioxidantes que también tienen un papel importante en la regulación de insulina y de los niveles de azúcar en sangre. Esto es importante para prevenir y tratar la diabetes tipo 2.
Potencia el sistema inmune
La combinación de vitamina A, presente en buenas cantidades en la mayoría de los chiles rojos, con la vitamina C, hace que este “superalimento” sea excelente para estimular el sistema inmunológico. La vitamina C ayuda a absorber el hierro y cuidar de la piel, mientras que la vitamina A es necesaria para la salud respiratoria, intestinal y urinaria, lo que contribuye a combatir infecciones. De hecho, estos componentes también tienen propiedades antifúngicas, específicamente contra patógenos y bacterias que causan inflamaciones intestinales.
Alivia el dolor
Anteriormente se mencionó que la capsaicina puede ayudar a aliviar los dolores de cabeza y la migraña, pero también contribuye a reducir los dolores articulares. Es por esto que algunos ungüentos destinados al alivio tópico de dolores causados por artritis, neuropatía diabética, psoriasis u otros dolores nerviosos contienen este componente. Esto se debe a sus propiedades antiinflamatorias y a su capacidad de reducir la sustancia P (SP), un neuropéptido que actúa transmitiendo las señales de dolor al cerebro.
