Cada año esperamos la Navidad para relajarnos durante las comidas festivas con familiares y amigos. Sin embargo, las vacaciones siempre terminan y, aunque la mayoría de las veces nos dejan recuerdos agradables, los kilos de más también se quedan. Pero no desesperes: hay tiempo antes del inicio de la temporada de playa y es importante que lo uses correctamente. Te hemos preparado un guion útil con un paso a paso para que puedas recuperar un ritmo saludable sin someter a mucho estrés al cuerpo y la mente.
1. Planifica tu menú
Puedes crear un menú semanal o al menos para tres días. Parece algo trivial, pero muy a menudo nos negamos a preparar algo concreto y elaborado porque nos falta algún ingrediente o simplemente porque no tenemos tiempo para ir a comprar lo que necesitamos en ese momento. ¿Y qué pasa después? Que sacamos albóndigas del congelador o calentamos esas salchichas que siempre nos salvan de un apuro. La preparación previa te permitirá evitar estas situaciones.
2. Nada de pasar hambre
El cuerpo se acostumbra rápidamente a cierto tipo de comida, por lo que en este caso los contrastes son peligrosos. Al pasar hambre, tu organismo comenzará a abastecerse de grasa. Es importante reducir poco a poco el contenido calórico de los platos e incluir verduras, frutas, carne de ave y pescado.
3. Varía tus platos
Uno de los grandes problemas de las dietas es la monotonía de productos y recetas. En primer lugar, la comida que aburre reduce rápidamente la motivación; y, en segundo lugar, con una dieta monótona el cuerpo corre el riesgo de perder nutrientes importantes.
4. Muévete siempre que puedas
Acostúmbrate al movimiento constante. Levántate, por ejemplo, cada 30 minutos y camina por la habitación durante un par de minutos. Puedes hacerlo mientras envías un SMS, revisas tus redes sociales o hablas por teléfono, y lo mejor es que es una actividad que puedes realizar tanto en casa como en el trabajo.
5. Sacia tu sed
Muchas veces confundimos el hambre con la sed. Establece como regla beber varios vasos de agua entre comidas. También puede ser té verde o infusiones de frutas o de hierbas, pero sin azúcar ni galletas.
6. Repítete afirmaciones positivas
Este es un truco psicológico bien conocido y comprobado. Cuando te repites a ti misma afirmaciones positivas, tu subconsciente comienza a percibirlas como hechos. Por ejemplo: “Qué bien me va a sentar esta ensalada”, “Voy a hacer estos dos kilómetros andando muy a gusto” o “Estoy guapa”. Una parte importante es no utilizar el “no” (“No quiero estar gorda” o “No quiero comer pizza”, por ejemplo) porque el efecto de la afirmación será el contrario.