El amor propio y el positivismo corporal están entre los mensajes más difundidos en las redes sociales en los últimos años. Tras décadas en las que la figura femenina ideal era bastante pequeña (¿recuerdas el infame “Heroin Chic”?), la tendencia actual ha comenzado a devolverles la confianza a muchas mujeres que no visten una talla 0. Y aunque la autoestima debe venir del interior, lo cierto es que a gran parte de los hombres (y a algunas mujeres) les parecen atractivos los cuerpos con curvas. Te traemos cinco de las principales razones para amar estas siluetas.
1. Forma parte de la naturaleza
Si echas un vistazo a las pinturas y esculturas que representan a diosas de las mitologías romana y griega, notarás que sus cuerpos son voluptuosos y fuertes, no delgados. Esto se debe a que a nivel biológico y subconsciente el ser humano tiende a asociar las curvas, los pechos grandes y las caderas amplias con la fertilidad. Se trata simplemente de un tema evolutivo. Aunque no esté en sus planes tener hijos contigo o en este momento, está en la “programación” de tu interés sentimental experimentar esa atracción. Además, en el pasado, cuando las condiciones de vida eran diferentes, las mujeres con cuerpos grandes estaban asociadas a la opulencia y la abundancia, algo que resultaba deseable para la supervivencia de la progenie.
2. La autoconfianza es atractiva
En una sociedad en la que, a pesar de los avances, todavía pesa lo superficial, muchas mujeres con curvas tienen que pasar por experiencias difíciles que las endurecen. Esto en muchos casos se traduce en una mayor confianza en sí mismas y sus decisiones, porque han logrado trabajar en aceptar y apreciar quienes son. La confianza es un gran afrodisíaco porque les hace saber a sus posibles parejas y al mundo que se trata de una mujer que se siente bien y que puede disfrutar de su cuerpo. También se cree subconscientemente que una pareja curvilínea será más receptiva, positiva y carismática.
3. Es sinónimo de juventud
Un poco de grasa adicional puede hacer maravillas en el rostro, especialmente a la hora de disminuir o retrasar la aparición de arrugas. Por eso, las mujeres curvilíneas tienden a verse más jóvenes que otras mujeres de su misma edad, pero con menos grasa corporal. Esto hace que muchos hombres prefieran parejas con más curvas porque creen que se verán mejor en el futuro, cuando envejezcan. Sin embargo, esto es relativo y depende mucho también de los hábitos saludables de cada persona. Tener curvas no servirá de nada para tu lozanía si llevas un estilo de vida sedentario y consumes comida basura, bebes alcohol, consumes drogas o fumas a diario.
4. La compasión tiene curvas
Tanto hombres como mujeres creen que las personas con curvas son más compasivas y cariñosas por dos razones. La primera es que las perciben como personas que encuentran alegría en las cosas pequeñas de la vida, como cocinar y compartir con sus parejas, además de quitarles de encima el peso de creer que tienen que tener ciertas características físicas para ser atractivos. Por ejemplo, en el caso de los hombres, ellos también pueden sufrir de baja autoestima y dismorfia corporal. La segunda razón es más relativa a la seguridad psicológica, ya que los cuerpos redondeados recuerdan al bienestar que sentíamos de niños con nuestras madres.
5. Mejor relación con la comida
Esto también es relativo, porque una talla no dice si la persona tiene o no una buena relación con la comida. Pero son muchos hombres los que creen que las mujeres curvilíneas pueden compartir su gusto por la comida, es decir, que no pedirán “solo una ensalada” cuando salgan a cenar. El pensamiento es que no quieren sentirse solos en la mesa, cuando comer es uno de los grandes placeres de la vida. Quizás esto se pueda ver desde el enfoque de que estar con alguien que pasa toda la vida en una dieta restrictiva no es divertido, por lo que prefieren algo más equilibrado.