¿Eres de caderas anchas? Aunque a lo largo de la historia reciente hubiera épocas en las que la delgadez extrema fuese el cánon de belleza a seguir (como en los años 60 y 90), lo cierto es que las figuras más voluptuosas han estado más tiempo en la palestra. Y es que según un estudio de la revista científica internacional Plos U, los hombres se sienten más atraídos por las mujeres de caderas más grandes por una razón evolutiva: éstas están relacionadas con la abundancia, el bienestar y la fertilidad. Pero aceptar tus caderas más anchas no depende solo de lo que les guste a ellos. ¿Y si te dijéramos que, más importante aún, su anchura puede ser indicativo de mayor salud según varios informes?. No sólo la anchura juega un papel fundamental, sino que de la distribución de la grasa también dependerá tu estado de salud. Si esto te parece increíble, sigue leyendo para que veas de qué va todo esto al detalle.
Hormonas y ácidos grasos
Un estudio publicado por científicos de la Universidad de Oxford (Inglaterra) señala que lo importante es la composición corporal, es decir, la silueta. El doctor Konstantinos Manolopoulos, investigador del Centro Oxford para la Diabetes, la Endocrinología y el Metabolismo y uno de los autores del estudio explica que la grasa alrededor de la cintura y el estómago es nociva, pero que alrededor de las caderas es buena. “Tener un exceso de grasa abdominal libera ácidos grasos dañinos para el cuerpo, junto con unas moléculas llamadas citoquinas que causan inflamación. Pero la grasa alrededor de las caderas puede atrapar estos ácidos grasos malos y evitar que se alojen en el hígado o los músculos, algo que si ocurre causa problemas graves como la resistencia a la insulina”, dice Manolopoulos. Además, señala que tener las caderas más grandes hace que el cuerpo libere hormonas beneficiosas que protegen las arterias y también ayuda a controlar el azúcar en la sangre.
Bebés y mamás más inteligentes
Las mujeres con caderas más grandes tienden a gestar bebés más inteligentes, según un estudio publicado por científicos de la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos. En el estudio se descubrió que el desarrollo del cerebro del bebé depende del suministro de grasas almacenadas en los muslos y parte inferior de la mamá, especialmente durante la lactancia. Los científicos determinaron que estas fuentes de grasa afectan directamente a la inteligencia de los bebés, lo que pudiera explicar por qué,evolutivamente, los hombres han preferido a las mujeres curvilíneas. Will Lassek, profesor y autor del libro Why Women Need Fat (Por qué las mujeres necesitan grasa), dice que la grasa de los muslos, caderas y glúteos son altas en DHA y ácidos grasos omega-3, indispensables para el desarrollo del cerebro de los bebés. Por otra parte, el estudio también señala que las mujeres de caderas grandes tienen, ellas mismas, índices de coeficiente intelectual más altos y una mayor expectativa de vida.
La proporción importa
Para complementar el punto anterior, otro estudio de la Universidad de California analizó las características antropométricas y puntuación en pruebas de inteligencia de 16 000 mujeres, y concluyó que aquellas mujeres con caderas más grandes en comparación con sus cinturas obtuvieron mejores resultados. Y esta es la clave: la proporción. El doctor Manolopoulos explicó que, según estas investigaciones, es más beneficioso tener un cuerpo con la llamada “forma de pera” que tener una “forma de manzana”. En esta última, la grasa se acumula sobre todo en el estómago y la cintura, generando un sobrepeso no saludable y problemas serios como diabetes o enfermedades cardíacas. Lo ideal, indica, es que haya grasa en las caderas pero no en el estómago, aunque esto es algo bastante difícil de lograr, admite. Los científicos de California señalan que lo ideal es que la cintura sea menos voluminosa que las caderas en una proporción de entre 0,6 y 0,7 veces. Para saber si estás en un buen rango, debes colocarte en pié; medir tus caderas en su punto más ancho y tu cintura en el punto más estrecho. Divide tu medida de cintura entre la medida de la cadera. El resultado ideal es de una proporción igual a 0,9 o menor.
No sirven los cambios “artificiales”
Después de ver toda esta información, es necesario aclarar un punto importante, sobre todo en hoy en día. Las cirugías estéticas están a la orden del día, pero no tiene nada de malo que hayas nacido con otro tipo de silueta que no sea de cintura pequeña y caderas anchas. Esta “forma de pera” tiene sus beneficios, pero no son tan pronunciados como para sentir que es obligatorio formar parte del cánon de belleza actual. Lo importante en general es mantenerte activa y saludable. De nada sirve querer cambiar la forma de tu cuerpo con operaciones, implantes o liposucciones, porque todos esos cambios son superficiales y “visuales”, no modifican en nada tu genética. Sí, según varios estudios, las mujeres con formas de “manzana” o “triángulo invertido” tienen una mayor probabilidad de obesidad, diabetes, enfermedades coronarias y otras patologías. Pero la buena noticia es que todas estas patologías son controlables y se pueden prevenir con actividad física y una buena alimentación.