Cuando pensamos en la salud de nuestro cabello y uñas, casi siempre nos vienen a la mente alimentos como la manzana, la naranja, el aguacate o el aceite de oliva. Todos estos tienen un buen contenido de vitamina A, uno de los nutrientes más importantes a la hora de la producción y reparación de tejidos. Sin embargo, existe una fruta a veces olvidada o subestimada que no solo es rica en esta vitamina, sino también en otros componentes esenciales para la salud: la pera. Sigue leyendo para saber por qué es beneficioso incluir este fruto tan anodino en tu dieta.
¿Qué es la vitamina A?
La vitamina A es un compuesto liposoluble que es esencial para el crecimiento del tejido epitelial, es decir, el revestimiento de las superficies del cuerpo y los órganos sólidos, incluyendo el cabello y las uñas. Cuando hay una deficiencia de vitamina A, las uñas y el pelo crecen finos, agrietados , débiles y quebradizos. Las principales fuentes de vitamina A son productos de origen animal como los huevos, pescados, hígado y leche. Pero ciertos vegetales y frutos, como las zanahorias, los tomates, las espinacas y las naranjas, contienen carotenoides; un tipo de pigmento que nuestro organismo convierte en vitamina A cuando lo digerimos. Esto es precisamente lo que ocurre también con la pera.
La pera para la belleza
Gracias a su contenido de vitamina A (25 UI por cada 100 gramos), la pera es una excelente opción para ampliar tus fuentes de este nutriente que ayudará a que tu cabello y tus uñas crezcan más sanos y fuertes. También debemos destacar que la pera contiene la famosa vitamina C; que al juntarse con el compuesto de vitamina A, se convierte en la combinación ideal para la producción de queratina. También contiene vitaminas B1, B2 y niacina o B3, componentes protectores de la piel y el pelo (los mismos que usualmente encuentras en los multivitamínicos especializados).
Otros beneficios
Muy popular entre los niños por ser una de las frutas que menos alergias producen, la pera está compuesta por un 80% de agua y es rica en fibra, por lo que es fácil de digerir. Contiene folato y niacina, vitaminas importantes para la función celular y la producción de energía; así como cobre, el cual es necesario para el sistema inmune y el metabolismo del colesterol. La pera también es rica en potasio, que ayuda a prevenir contracciones musculares y al correcto funcionamiento muscular. Por último, (y esto quizá te sorprenda) la pera también contiene antioxidantes polifenólicos que protegen del daño oxidativo.
Precaución
A pesar de su alto contenido en agua y fibra, hay que acotar que la pera también es una de las frutas más dulces, por lo que las personas diabéticas deben consumirla con moderación y bajo supervisión médica. Por otra parte, hay que tener cuidado con el consumo excesivo de pera y otros alimentos ricos en vitamina A. Se trata al fin y al cabo de un compuesto liposoluble, por lo que esta se almacena en el cuerpo y si se consume demasiada puede alcanzar niveles nocivos que causan dolor de cabeza, náuseas y mareos. Además, así como una deficiencia de vitamina A causa que el cabello se torne débil y quebradizo, lo mismo ocurre cuando hay demasiada vitamina A en el cuerpo. Lo mejor es consultar con tu médico para determinar si realmente tienes una deficiencia.
Cómo consumirla
La mejor forma de consumir pera es al natural, incluyendo su cáscara, donde están la mayoría de los antioxidantes y la fibra beneficiosa para una correcta salud intestinal. Pero también puedes tomarla en batidos; combinarla con yogurt y otras frutas y cereales; en puré o compota; como relleno de tartas o incluso en lonchas para tus ensaladas. Existen muchas variedades de peras que pueden ser redondas o con la popular forma de lágrima, y en gran variedad de colores como el amarillo, verde, rojo y marrón. A diferencia de la manzana, el tiempo de vida de la pera es menor, por lo que una vez que la compres, guárdala en un lugar seco, fresco y protegido de la luz (o en la nevera, pero en en el cajón de las verduras para que no adquiera una temperatura muy baja) y consúmela en un máximo de tres días. Tanto tu salud intestinal como dermatológica te lo agradecerán.